viernes, 1 de septiembre de 2017

Un queso en el cielo





He mirado un cielo como pocas veces, claro entre la oscuridad, donde hasta las estrellas podrían contarse, reluciendo las constelaciones en todo su esplendor; y claramente observando como algunas estrellas parecieran caer. Nada más bello que un espectáculo 
de esta magnitud; y allí es donde nace mi siguiente historia.

 Al llegar la noche poco a poco una luz muy clara fue invadiendo los pequeños espacios 
de aquella habitación, esos que dejaban las cortinas de la ventana. Una majestuosa luna llena hacía acto de presencia, iluminandolo todo como una gran lámpara. Tanto fue su brillo que irrumpió el sueño de aquel pequeño ratón que ya dormía. Javy se llenó de curiosida por saber de donde provenía tanta luminosidad, así que no perdió tiempo 
y saltó de su cama para asomarse a la ventana. 
- ¡Oh! - exclamó asombrado al ver ese bello espectáculo. 
 No paraba de ver las estrellas que daban un toque mágico a sus pequeños ojos.
Javy estaba experimentando por vez primera aquel panorama que la noche le regalaba, 
 de pronto fijó su mirada en ese enorme círculo blanco con algunas imperfecciones dando 
la impresión de hacer contacto con el mismo suelo de la tierra y comenzó a imaginar lo 
que había en el cielo.

Papá ratón se encontraba sentado en su reposet leyendo un poco a media luz mientras 
la mamá miraba la televisión tejiendo un sueter de estambre para Javy. 
De pronto unos golpes que provenían de la habitación del pequeño llamó su atención 
 para de inmediato subir a ver qué sucedía. 
Al abrir la puerta, vieron al pequeño roedor saltando sobre una silla mirando por la ventana, y en cuanto sintió presencia de sus padres, Javy comenzó a gritar
- papá, mamá - - miren lo que descubrí -
- un enorme queso en el cielo -
- imaginen, ya no tendremos que comprar durante mucho tiempo -
 - Es enorme y alcanzará para todos -

Sus padres comenzaron a reír acercándose a él, causandoles tanta ternura ante su inocencia.
Asomaron por la ventana y en efecto, ese espectáculo era digno de mirar hasta que amaneciera, bien valía la pena. Y comprendieron la fantasía que provocó en 
la pequeña mente de Javy.
Su padre se sentó en la silla y le cargó sobre sus piernas.
- Hijo - le respondió.
- Ese círculo enorme que pareciera estar sobre el suelo, no es un enorme queso, 
sino la luna llena -
- Entonces ¿no es un enorme queso papá?-
- y pensé que mañana comería una gran rebanada -
Su madre amorosamente lo cargó en sus brazos volviendolo a su cama y mientras 
lo cobijaba le dijo:
- No te preocupes cariño, tu madre tendrá listos dos emparedados con mucho queso mañana para la hora del desayuno -
- Así que duerme y no te preocupes por eso -
- ¿Pero podré seguir llamando a la luna el gran queso del cielo? -
- Por su puesto campeón - le contestó su papá.
Volvió a dormir aun con la emoción de su descubrimiento, y sus padres volvieron 
a la sala con la emoción de aquellas fantasías que Javy les regalaba.

 Así termina la historia del pequeño ratón y el enorme queso en el cielo.
Las fantasías pueden provenir en cualquier momento y de cualquier lugar no hay imposibles para la imaginación.

 Xavier H©

7 comentarios:

  1. Precioso cuento, ves nuestras letras son todo lo que nosotros queramos que sean. Mi querido amigo Xavier, te espero ya lo sabes y te quiero. Besos!!
    Disfruta del sábado.

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    1. Gracias querida amiga, me halaga siempre tu presencia. Abrazos.

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  2. Sensacional y enternecedor Xavier!!! Abrazos miles querido amigo.

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  3. Conmovedora historia llena de magia y ternura, donde el amor incondicional de estos padres ratones logra satisfacer las ingenuas fantasías de su hijo ratoncito.

    Un abrazo, amigo Xavier.

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  4. Tienes razón Xavier... La imaginación es inmensa.

    Un placer leerte.

    Besos.

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GRACIAS POR SUS COMENTARIOS